Más de 150.000 visitantes (unos 2.000 más que la edición anterior), una cifra espectacular y más teniendo en cuenta que esta edición contó con un día menos (recordad que el año pasado, por coincidencia de festivos, el evento duró cinco días), y un lleno absoluto en todas las actividades que se hicieron durante los cuatro días que duró el Salón.
Siempre he creído que apostar por un caballo ganador como es Nintendo es un verdadero acierto, y esta vez de pleno. Nintendo reforzó su presencia en el Salón con 3.500 m2 dedicados a licencias de Nintendo Switch, con su esperado Super Smash Bros. Ultimate, donde podías probar el nuevo videojuego de la saga con su plantel completo de personajes.
Un acierto completo el nuevo espacio Manga Kids, orientado a los más peques de la casa y donde disponían de talleres de lectura, chapas o maquillaje.
Si no voy equivocado, también por primera vez se colocó la zona de gastronomía japonesa el la parte superior del palacio 2, donde los "efluvios gastronómicos" de la comida ofrecida fluía por toda la planta sin interactuar con otros stands no gastronómicos como en anteriores ediciones.
Las colas no fueron problema en esta edición |
El echo de que todas las entradas estuvieran agotadas (por venta online) ya días antes de la apertura del Salón, hacía prever una gran afluencia de público (yo recordaba aquellas maratonianas colas de 2 y 3 horas de hace algunos años), pero lo cierto es que esta vez no fueron ningún problema.
Por primera vez que yo recuerde, la zona de fanzines y stands no comerciales fue tratada como se debe: bien situada en el palacio 2 y con stands dignos donde trabajar y poder mostrar las creaciones propias, algunas verdaderas joyas de arte (por lo que había visto yo en anteriores ediciones, en los stands cabía solo una persona y sin moverse mucho).
¿Pero todo era bueno? Evidentemente no, la perfección o simplemente que esté todo al agrado de todo el público es simplemente imposible.
Por lo que a mi respecta, y repito que es una opinión personal, continuo viendo mucho merchandising y poco Japón y poca cultura japonesa; se que es una opinión poco popular (por las redes sociales algunas personas ya ha sufrido maldiciones por opinar algo similar), pero el intento de incorporar "más Japón" con el tema de la Japan Experience creo que se quedo corto (por muchas idols que vengan al Salón).
Junnyan, organizador de Harajuku Fashion Walk |
Para mí, más Japón y menos merchandising sería repetir algo parecido a la experiencia del 2015, con el testimonio de Sadae Kasaoka como superviviente del bombardeo atómico de Hiroshima. Hay infinidad de cosas que seguramente atraerían la atención de la gente: transporte público, organización gubernamental, arquitectura, geografía (me gustaría saber cuantos de los que estuvieron en el Salón conocen simplemente el nombre de la isla principal que forma el país - enlace por si alguien todavía no lo sabe -) o simplemente como se empieza como maiko hasta llegar a convertirse en una geisha. Se que esto no pagaría el Salón ni vende tanto, pero un poco más de variedad creo que sería un punto acertado.
Por otro lado, continuo viendo espacios poco o mal aprovechados más allá de los palacios 1 y 2. Los palacios 4 y 5 o están mal distribuidos o simplemente coincidió que cada vez que pasaba por ellos estaban poco concurridos y con sensación de ser un añadido de última hora (que por experiencia se que no lo son) a los que se le da poca importancia. Particularmente a mí, me pareció que el ubicar la espectacular exposición de Lenguaje, Objectos y Bestias" (que por primera vez ha podido ser visitada fuera de Japón) fue un intento de mejorar la afluencia de público a estos pabellones que realmente no funcionó.
Por último: horarios, proyecciones, etc. Es realmente imposible hasta pocos días antes, planificar la salida al Salón, ya que no hay horarios ni días confirmados para las actividades, conferencias o charlas y sesiones de firmas con los autores invitados. Teniendo en cuenta que las entradas se agotan prácticamente un mes antes del Salón, obliga a comprar el abono para los cuatro días, aunque luego realmente acabarás acudiendo solo una jornada, con lo que tu entrada de un día realmente acaba costando 33€ y no 11€ como debería ser. Se que es complicado, pero debería asegurarse como mínimo las actividades por día con bastante más antelación, esto facilitaría mucho más la elección de la entrada y de paso aliviaría un poco nuestras maltrechas carteras (22€ exactamente).
Para finalizar comentaré que hace ya años que pensaba que el Salón necesitaba un cambio, para hablar en términos pokemon, una evolución, y lo cierto es que con el cambio de dirección (una pena que haya sido por motivos de salud) y la aparición de Meritxell Puig parece que el Salón va mejorando y puliendo sus defectos, esperemos que año tras año lo siga haciendo y continúe situando a Barcelona como un referente mundial.
En fin, resumiendo, para mí cuatro días perfectos (a pesar de mis quejas, ya soy mayor, si no me quejo no me quedo contento), y evento muy aconsejable para todos los que tengan un poquito de afición por el tema, aunque solo sea por ver el ambiente que se vive por el Salón.
Dejo una pequeña muestra de lo que pudimos ver en esta edición del Salón, el resto (176 imágenes, de nuevo se me fue la pinza 😱) está disponible en este enlace de Google Fotos (podéis descargar, re-publicar o hacer lo que queráis con las fotos, no hace falta ni que mencionéis la fuente).
Larga y Prospera Vida.
Imágenes: NekoFan, Eva y Camonbe (mil gracias a las dos últimas)
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