Como ya sabréis, me encantan los mangas raros. En ocasiones vagabundeo por Internet como un valiente pirata sobre un océano lleno de basura, en busca de algo que valga la pena leer o que, al menos, sirva para matar el rato. Sobra decir que la cosa no suele terminar bien. Tras años de leer mierda puedo asegurar dos cosas: que un 50% de los mangas disponibles en inglés son survival games y que lo peor que le puede pasar a una buena historia es que dure demasiado y se quede estancada. Este último es el caso de Hotman (1994), nuestra obra del día.
Como supondréis por el título, Hotman es un manga de superhéroes. Trata sobre las aventuras de Enzo Furiya, nuestro protagonista, cuyo superpoder es parecerse a Jean Reno y... bueno, realmente se le da un aire así que supongo que el mangaka ha hecho un buen trabajo.
Se me hace raro ver un diseño tan "occidental" en un manga que intenta ser verosímil |
Bromas aparte el título es una alegoría, y es que Enzo es uno de esos superhéroes de la vida real, aquellos que luchan por sus familias hasta el final y de los que tanto se suele hablar cuando hay una catástrofe. "Son los verdaderos héroes", dicen. Bueno, pues ahí tenéis uno: La madre del protagonista murió, dejando atrás a 4 hermanos que Enzo mantiene dando clases de arte en la escuela. Para colmo, es padre soltero de Nanami, una niña de 5 años que tiene graves problemas cutáneos. Un buen historial, ¿verdad?
A veces el dibujo es mejorable, pero encaja bastante bien con el tono de la historia |
Lo cierto es que uno de los mayores pluses (y uno de los mayores drawbacks, como comentaré a continuación) es precisamente lo bien formada que está la personalidad de Enzo. Era un delincuente, pero al hallarse con una hija empezó a cambiar, y nosotros nos encontraremos con un personaje que carga con 5 años de pesadilla a sus espaldas. Enzo es un obseso de la limpieza y de la salud (todo a causa de las graves alergias de Nanami) y se culpa a sí mismo del problema, por lo que también tiene un gran complejo de mártir. Es un personaje polifacético, con una cara superficial muy fuerte pero también con un lado débil y autocomplaciente que lo hace bastante verosímil. Lo mismo ocurre con otros personajes, aunque pocos logran obtener la profundidad psicológica de Enzo. Mención especial a Shima Furiya (la hermana mayor), personaje que gana muchísima fuerza a medida que avanza la obra y mi personaje favorito después de la adorable Nanami su primer arco por dios qué bestia.
El autor sabe que la psicología de los personajes es el punto fuerte de Hotman, así que la historia está centrada alrededor de esto, ofreciéndonos arcos basados en personajes individuales y sus vivencias. ¿Qué significa esto? Básicamente, que la historia está dividida en "partes". En cada una de ellas, Enzo ahondará en la vida de un personaje, que se enfrentará a un conflicto y, tras superarlo, crecerá como persona. Al mismo tiempo, el protagonista sacará lecciones de vida y se abrirá un poco más a sus familia y amigos. La obra es bastante metódica en este sentido, aunque lo esconde bien.
Enzo está embobado con su hija |
Dicho esto, al final del día todo es una excusa para crear drama. Hotman quiere hacerte llorar, y lo intentará mediante la ya mencionada narrativa y un estilo de dibujo que, a pesar de ser realista, es algo desenfadado. Es un estilo bastante único que intenta dar personalidad a los "actores" sin llegar a ser irreal, y la verdad es que lo consigue (excepto en un par de casos donde las similitudes entre personajes pueden dar lugar a confusiones). Esto da lugar a una historia inspiradora y con unas líneas de diálogo que transmiten mucha fuerza; el manga perfecto para subir esos ánimos después de un mal día.
El mayor pecado de la obra es ser demasiado estúpida en ocasiones. Las acciones de los personajes pueden ser de lo más inexplicables, especialmente en el arco del propio protagonista. Esto se debe a lo que ya he mencionado al principio: la personalidad de Enzo está muy definida, y se queda estancada en un punto muerto en el que el protagonista es consciente de su problema, pero no parece poner nada de empeño en solucionarlo. Lo mismo ocurre con otros personajes, que podrían sacarle de su caparazón pero no lo hacen. ¿El motivo? Crear más y más drama. ¡A veces parece que Hotman existe por y para el drama! Está claro que las ideas del autor no eran infinitas, y llega un punto en el que cuesta seguir leyendo dada la estupidez de algunos personajes. ¡Es frustrante!
Hotman presta especial atención al tema alergias, y simpatiza con todos los afectados |
En estos casos, lo lógico es que tu familia y amigos te ayuden a salir del pozo en el que has caído. Está claro que Enzo necesita ayuda, pero nadie se la da. En lugar de eso cargan al doble de Jean con más estrés, y eso rompe un poco con los ideales vistos en los primeros capítulos de la historia. Quizás la moraleja final es que nada es perfecto, supongo.
Lo peor de todo, sin embargo, es que este manga pertenece a otra época. La información viajaba de otro modo, y era más difícil documentarse sobre determinados asuntos, que pertenecían más al ámbito de la superstición que a la ciencia. Me refiero a la obsesión de Enzo con la salud; a lo largo del manga hay cuadros de texto dedicados a dar consejos, y algunos de ellos son claramente negativos e incluso peligrosos. ¡No les hagáis caso!
Enzo nos anima literalmente a bebernos nuestra orina... |
En fin... Si olvidamos estos asuntos, Hotman puede ser una muy buena lectura. Anima a cualquiera, y nos presenta un montón de moralejas y dilemas que nos quitarán el sueño. ¿Mi recomendación? Leedlo 100%, (aunque hacedlo despacio u os acabaréis aburriendo) y tomaos el tema de la salud con humor. Si os van los "doramones" televisivos japoneses, tenéis dos temporadas que pueden estar bien, o pueden ser el mayor bodrio creado por el hombre.
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