Los de mi edad lo reconocerán por el papel de Drácula en numerosas películas, los un poco más jóvenes por su papel de conde Dooku en la saga Star Wars, mientras que muchos lo recordaremos también por su papel de Saruman en el universo de Tolkien, pero lo cierto es que su dilatada carrera como actor llega hasta casi las 300 trabajos como actor.
Nacido en Londres el 27 de mayo de 1922, su elevada estatura (cerca de los dos metros) facilitó enormemente su capacidad de encarnar determinados tipos de personajes, consiguiendo la fama a finales de los años cincuenta de la mano de la productora Hammer y su encarnación del vampiro Drácula. Si bien el personaje de este vampiro lo encumbró a la cima del éxito (papel que repetiría en múltiples ocasiones con títulos como "Drácula, príncipe de las tinieblas" o "Drácula vuelve de la tumba") protagonizó algunos otros papeles que, a lo largo de los años, se han convertido en memorables interpretaciones. Así, Frankenstein, la Momia, Sherlock Holmes o Fu Manchu son personajes que fácilmente se asocian al actor.
Nombrado caballero en el 2009, dijo en varias ocasiones que su intención no era retirarse, sino morir con las botas puestas, y realmente lo logró. Christopher Lee estaba inmerso en la preparación del rodaje de The 11th, un drama protagonizado por Uma Thurman ambientado en las horas previas al ataque a las Torres Gemelas del 11 de septiembre.
Saruman el blanco ha tomado el camino de la laguna Estigia, a nosotros solo nos queda recordar las grandes obras maestras en las que ha participado, Descanse en Paz.
Larga y Prospera Vida
Fuente e imágenes: Europa Press
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