Viaje a Agartha

Calurosa tarde de domingo dedicada a la visualización de "Viaje a Agartha" (Hoshi Wo Ou Kodomo), del aclamado realizador Makoto Shinkai un año después del estreno de la famosa "Cinco centímetros por segundo".
En un mundo donde hablar de animación japonesa supone que a todo el mundo le pasa por la cabeza Studio Ghibli, puede resultar sorprendente que de vez en cuando aparezcan trabajos que consigan brillar con luz propia: una gran calidad en la animación y un dibujo plagado de colores y lleno de belleza llevan al Olimpo de los dioses a esta película.

De que va...

El metraje narra la historia de Asuna, una joven estudiante que ve el transcurrir de sus días entre el colegio, su casa y una colina a la que acude a escuchar una radio que le regaló su padre. Un día conoce a Shun, un misterioso muchacho que la salva de una criatura extraña y con el que iniciará una relación que durará muy poco pero que será el principio de una gran aventura que le cambiará la vida por completo.

La animación...

Es el punto fuerte de la película. Una cuidada técnica de dibujo y un acabado visual espectacular, junto con una cuidada elección de colores y a unos movimientos de los personajes fluidos y agradables convierten a esta película en una joya de imprescindible visión.
Posiblemente estemos frente a una de las películas con los paisajes mas realistas que haya visto. A pesar de basarse en el mito de Agartha, sus paisajes, criaturas y población están construidas con exquisito detalle.

Los personajes...

Sí la animación era su punto fuerte, los personajes es su punto más vulnerable, donde difícilmente el espectador empatizará con alguno de ellos. A Asuna, la protagonista le falta profundidad y carisma, se limita a obedecer ordenes sin tomar nunca la iniciativa. Por otro lado, el profesor Morisaki, el más humano y realista, tiene una única misión que lo obsesiona totalmente. Por último, Shin, un joven aventurero que tan solo aporta el elemento romántico a la película.

La música...

Tan solo aceptable, sin ningún tema que destaque lo suficiente para quedarse grabado en la mente del espectador.

Resumiendo...

Estamos frente a una película complicada, donde Shinkai, bajo el manto de la historia principal, nos ofrece una lección secundaria respecto a la perdida de los seres queridos y la superación de esta, apreciando la vida sin quedarnos anclados en el pasado. Por ello, es complicado darle nota a esta película; una nota baja seria un insulto para su espectacular estilo visual, pero una alta tampoco seria realista, con que dejaríamos la película con un suficiente alto.
Sin embargo, y a pesar de no darle una gran nota, es una película que recomendaría para verla en familia junto a los chavales. Su ritmo lento, que a priori puede parecer malo, se convierte en una de sus grandes bazas, ya que te permite contemplar a Agartha en toda su grandeza a la vez que comentarla entre los compañeros.
Larga y Prospera Vida.