Obra del mangaka Hajime Isayama lleva publicándose en Japón desde septiembre del 2009, y en la actualidad cuenta con 11 tomos publicados de los 20 que completarían la colección, podríamos decir que es uno de los mangas y anime más nombrado por los seguidores otakus y que genera los mayores movimientos y merchandising en la actualidad.
Parte de este éxito del manga le corresponde a su adaptación al anime, en una serie de 25 capítulos emitidos en las pantallas japonesas y que el pasado 29 de septiembre emitió su último y titánico suspiro con un final totalmente abierto que deja las puertas abiertas a una segunda temporada conforme avance la trama en el manga original.
Yo no soy precisamente amante de la lectura, con lo que descubrí a los titanes gracias al anime y hasta hace poco no supe que no solo la serie provenía de un manga, sino que ademas estaba licenciado en España de la mano de Norma Editorial. Ahora, tras acabar con los 25+1 capítulos televisivos y con el anuncio en la pasada Japan Weekend de Madrid por parte de Selecta Visión referente a la licencia de el anime a partir del próximo diciembre, y siempre y cuando la economía lo permita, es posible que tanto manga como DVDs acaben en mi colección: un buena historia, con giros argumentales que hacen que nada sea lo que parece ser, unos personajes crueles, despiadados y sangrientos hacen de Shingeki no Kyojin un gran anime y manga a pesar de algunos detalles que no llegan a gustarme.
¿De qué va la serie?
La historia nos traslada a una realidad cercana a nuestra Edad Media en que la humanidad estuvo a punto de desaparecer por el ataque de unas gigantescas criaturas con forma humanoide, poco inteligentes pero a los cuales les encanta devorar personas. La humanidad consigue sobrevivir protegiéndose en una gran ciudad rodeada de tres colosales muros que evitan la entrada de los gigantes. Eren y Mikasa son dos adolescentes que viven tranquilamente en esta ciudad hasta que un acontecimiento inesperado romperá la paz y armonía en la que había vivido hasta el momento.Es realmente difícil explicar más sin revelar algunos de los secretos de la serie, pero lo que parece tan solo una vulgar historia de supervivencia frente a seres superiores (claramente por el tamaño, no por su inteligencia) es realmente una maraña de historias, crudas y sin compasión, que se cruzan entre si, con unos personajes que empatizan fácilmente con el espectador (cualquiera de ellos, Eren, Mikasa, Armin, Levi, Annie o Zoë poseen cualidades y sentimientos que reconoceremos con facilidad en nuestro entorno más cercano) y con una cuidada lista de misterios a desvelar que, en mi caso, han logrado durante meses que esperara con ansia cada semana la madrugada del sábado a domingo para ver mi capítulo de Shingeki no Kyojin.
¿Y hay para tanto?
La animación es esplendida, logrando un dinamismo perfecto en la mayoría de escenas, especialmente en los combates contra los titanes. Sin embargo, a pesar de su buena animación y color, no es del estilo que más me gusta y de ser otra serie con un argumento menos atrayente posiblemente la habría dejado de ver.
Si la animación es buena (a pesar de mis extraños gustos), la banda sonora no se queda atrás. Con dos grandes openings (Guren no Yumiya y Jiyuu no Tsubasa, ambos de Linked Horizon), las piezas interiores e instrumentales convierten algunos momentos y batallas en épicos, enfatizando aun más si cabe la complicada situación en que se mueven nuestros personajes.
¿Un fenómeno de masas?
Totalmente y definitivamente si. Manga, anime, videojuegos, merchandising variado, redes sociales y hasta alguna que otra promoción curiosa llevan a los titanes alrededor del mundo, cruzando las fronteras niponas y extendiendo su largo brazo hacia occidente.En cierta forma no me extraña, dadas las circunstancias en las que nos movemos por nuestro "país de pandereta", ya que no deja de tener una cierta realidad: si sustituimos titanes por crisis, recortes, embargos o desahucios, tendremos un argumento similar, una historia cruda y violenta que nos enseña que la vida es frágil y efímera y que todos y cada uno de nosotros hemos de luchar por la supervivencia.
Acabando ya con el rollo (mil disculpas, se me fue la pinza con esta entrada), solo decir que estamos ante uno de los mejores animes de este 2013, de visión obligatoria y que posiblemente se convertirá en un clásico a la altura de otras series míticas (cada uno elija la suya, la mía es Dragon Ball, la primera, la original, algún día tocará entrada del tema...).
Imágenes: Web oficial
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