Puedo escuchar el mar

Volvemos de nuevo con una entrada de Studio Ghibli, esta vez con una producción del año 1993, nada más y nada menos que la desconocida Puedo escuchar el mar (海がきこえる Umi ga Kikoeru, literalmente Se oye el mar).
Nos encontramos ante una película no dirigida por los habituales Miyazaki o Takahata, siendo el elegido para ello Tomomi Mochizuki (uno de los colaboradores de Ghibli en la época en que se produjo) y que en su día se convirtió en una forma de dar paso a las jóvenes promesas de Studio Ghibli.
Siendo la única película de Ghibli desarrollada exclusivamente para la televisión japonesa, no tan solo ha pasado prácticamente desapercibida, si no que nos encontramos ante una película diferente al resto del mismo estudio.
El proyecto ha sido uno de los pocos fracasos del Studio Ghibli, con unos costes, a pesar de estar destinada a la televisión, similares a los de una película para cine.

La trama...

Rikako es una estudiante de Tokio trasladada a uno de los institutos de Kochi, una ciudad costera lejos de la capital. Guapa, inteligente y con inmejorables notas, no consigue adaptarse al nuevo instituto. En él, conocerá a Morisaki y Matsuno, dos buenos amigos con los que iniciará una especial relación.

Los personajes...

Vacíos, sin personalidad ni prácticamente conexión con el espectador. Realmente no consiguieron simpatizar conmigo, aparte de ser difíciles de seguir en algunos momentos.

La animación...

Sin llegar a gustarme, aunque se puede observar ciertos toques distintivos de Ghibli. Una cuidada animación y un desarrollo aceptable de la historia es de los pocos motivos que me han hecho acabar de ver la película.

La banda sonora...

Tampoco es de lo mejor de la película.
Realizada por Shigeru Nagata guarda la linea de un film absolutamente japonés, con un tema principal que, con muy pocas variantes, se repite hasta la saciedad, llegando a convertirse en realmente pesado.

La duración...

Pues a pesar de que dura muy poco (69 minutos) en este caso debo confesar que creo que es demasiado. La película se me hizo larga y aburrida, y si bien es cierto que es difícil narrar una historia en menos tiempo, yo hubiera agradecido algo más corto.

Resumiendo...

Una de las películas menos llamativas de Ghibli, incluso diría que estamos ante un raro espécimen. No busquemos los habituales mensajes mostrados en otras películas de Ghibli (naturaleza, fantasía, amor hacia los animales, paz,...), tan solo es un típico triangulo amoroso entre adolescentes, que se deja ver y poco más.
Narrada en forma de flashbacks desde el punto de vista de uno de los protagonistas, Taku Morisaki, ha llegado a conseguir que perdiera el hilo argumental en algún momento, quizás fruto del poco interés que ha despertado la cinta en mi.
Se que queda duro y alguien pondrá el grito en el cielo, pero el sello de Studio Ghibli le queda algo grande a esta película, alzándola al nivel de la infumable "Haru en el reino de los gatos".

Valoración		Nota media: 5.00
Trama...............................	5/10
Personajes.........................	3/10
Animación.........................	8/10
BSO.................................	4/10
Duración...........................	5/10

Larga y Prospera Vida