La trama...
Umi Matsuzaki, una estudiante de instituto, cuida a sus dos hermanos y de su abuela mientras administra una pensión en lo alto de una colina.Un día, Umi conoce a Shun Kazama, miembro del club de periodismo, y Shirō Mizunuma, presidente del consejo de estudiantes. Ambos son representantes del Club de Estudiantes, un antiguo edificio que alberga las diferentes asociaciones estudiantiles y que corre el peligro de ser demolido con motivo de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964. Juntos emprenderán una cruzada con el objetivo de salvar este antiguo edificio.
Sin embargo, la película tiene algo de culebrón, y por ende con un final previsible. Bajo la idea de salvar la Casa de Estudiantes, la película esconde una historia de amor y amistad entre los dos protagonistas que podría verse complicada con un oscuro secreto del pasado
Los personajes...
Sin ser tan carismáticos como en otras producciones de Ghibli no dejan indiferente al espectador. Umi destaca por su calma y paciencia, con actitudes fuera de lo común si hablamos de adolescentes de instituto. Shun, por contra, es enérgico e intempestivo, con una clara actitud de líder, coincidiendo plenamente con Umi en un espíritu voluntarioso y decido.El resto de personajes secundarios aportan más bien poco a la película, con un único objetivo que es mostrar la forma de vida de Umi y Shun.
La animación...
Realmente espectacular, con paisajes y escenarios cuidados al más mínimo detalle consiguiendo recrear un Japón de los años 60 de forma magistral. Goro Miyazaki consigue una mezcla perfecta de escenarios, desde el pueblo costero en que viven Umi y Shun, a la caótica Tokio preparándose para acoger los juegos olímpicos de 1964.La banda sonora...
Quizás el único punto flojo, decente pero sin poseer ninguna composición que se acabe identificando con la película.Tiene la curiosidad de poseer la canción Ue a muite Arukau, que en 1963 estuvo entre los primeros puestos musicales en EEUU, convirtiéndose en la única canción japonesa en lograrlo.
La duración...
Si habéis mirado alguna otra entrada mía conoceréis mi obsesión porqué las películas o capítulos tengan una duración (hablando de tiempo claro está...) adecuada, de forma que al espectador no se le haga ni corta ni pesada. En este caso son aproximadamente hora y media y afirmaría que es la duración justa: tiempo suficiente para montar la trama y su desenlace y que al espectador no se le haga larga.Resumiendo...
Nos encontramos ante una obra menor de Studio Ghibli (ojo, que no quiero decir mala), de corte intimista donde el principal papel lo juegan los sentimientos de los protagonistas.Es una película para ver con calma y relajación; es lenta, quizás extremadamente lenta en algunos momentos, pero esta vez Goro Miyazaki ha sabido dirigir y narrar la historia de forma que no nos quedemos indiferentes, ha conseguido realizar una deliciosa obra que, al menos por en mi caso, deja un buen sabor de boca y una sensación de tiempo bien empleado.
Además, como dije al principio, en este caso ha sido inquietantemente reveladora, ya que finalmente (y justo cuando acababa de ver la película) se anunciaba que la sede para los Juegos Olímpicos del 2020 sería Tokio; la vida a veces esta llena de misterios y casualidades, y con Studio Ghibli todo es posible.
Valoración | Nota media: 6.40 | |
6/10 | ||
5/10 | ||
8/10 | ||
4/10 | ||
9/10 |
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